Este verano España ha sufrido varios incendios forestales de gran envergadura. A día de hoy los incendios de las Islas Canarias son uno de los mayores siniestros forestales de España en los últimos seis años, a pesar de inmovilizar a 1 millar de personas, las llamas arrasaron con 12.000 hectáreas de terreno, lo que supone el 10% de la superficie del archipiélago canario.
Debido a este suceso, 10.000 personas fueron evacuadas de sus viviendas. Las llamas han provocado daños personales y materiales calcinando incluso casas. Por suerte, no se ha registrado ninguna muerte.
Los incendios de las Islas Canarias se categorizan “de sexta generación”*, algo que aún no se había visto en España. Son Incendios rápidos y agresivos, calcinan una media de 4.000 hectáreas por hora (entre 6 y 12 veces más que un incendio normal) La masa de combustible es tan grande que el fuego modifica las condiciones meteorológicas, crea remolinos y tormentas.
Los incendios forestales liberan a la atmósfera importantes cantidades de CO2, además de otros gases y partículas, lo cual favorece el efecto invernadero y el cambio climático. Las partículas de carbón y las cenizas en suspensión, tienen, por otro lado, un efecto perjudicial en la salud penetrando profundo en los pulmones. Pueden provocar, desde irritación en los ojos y goteo nasal, hasta enfermedades cardíacas y pulmonares crónicas. La exposición a la contaminación por partículas incluso se relaciona con la muerte prematura.
En la última década se han registrado la mayor oleada de incendios en el año 2017, arrasando con 174.788 hectáreas en territorio español. La noticia más triste de todo esto es que el 90% de estos incendios son provocados por los humanos, y un porcentaje alto son intencionados. Las causas son claras, el abandono del medio rural y el cambio climático.
*Para saber más sobre los incendios de sexta generación y que cambios ha producido en los incendios de las Islas Canarias puedes informarte en la siguiente página, pincha aquí